VIBRANDO EN ALTA FRECUENCIA: LA CALIDAD FRECUENCIAL
La calidad frecuencial es una condición del Ser, fundamental para la práctica eficaz y eficiente de la Metodología de la Bioingeniería cuántica, que aplicable a todo momento de la vida cotidiana, afecta de modo categórico la manera en la que creamos nuestra realidad.
Sintonizamos con quién somos realmente, cuando escuchamos en el lenguaje del corazón la esencia misma de nuestra Alma, susurrándonos a través de las señales kinestésicas que se manifiestan en el pulso y que podemos aprender a decodificar, para comprender los mensajes del corazón.
Cuando esto sucede logramos salir de las jaulas de la percepción dual del sistema, para entrar de manera fluida en la intensa vivencia del presente que ejerce el poder de reestructurar las distintas dimensiones de nuestro Ser, de manera ordenada, armoniosa y sintonizada con la coherencia interior.
Tanto nosotros como el mundo que nos rodea, somos parte de subsistemas, sistemas y macro sistemas, de tal manera que formamos un todo interconectado, interdependiente y unificado.
Todos viviendo en este universo de energía e información, en el que todo vibra y se manifiesta en este ciclo eterno de los ritmos, pautados en movimientos y diversas frecuencias de vibración. Todo lo que somos y generamos en nuestra vida, depende de esa calidad de frecuencia. Aquello que emitimos, recibimos… en el constante juego de la vida, en el dar y recibir de la existencia.
El solo hecho de darnos cuenta de esta situación, nos cambia significativamente y para siempre nuestra forma de experimentar la vida.
Vivir en alta calidad frecuencial es un tema que se aprende…como todo en este mundo.
Sucede que muchas veces hemos olvidado la forma natural de ser y de manifestarnos, por lo cual se hace necesario un re-aprendizaje de todo aquello que hemos dejado atrás.
Nos merecemos volver a nuestra auténtica naturaleza, la que nos conecta con nuestra matriz original, el campo unificado de información del que todo proviene y al que todo vuelve. No nos debe sorprender que el corazón sea la clave. Justamente porque es él, el que tiene el propósito de re-cordar…Etimológicamente “re cordis” es pasar por el corazón. Recordar quienes somos y a que hemos venido…
Somos seres espirituales, con una experiencia humana, cuyo propósito mayor es darnos cuenta, que somos mucho más de lo que nos habíamos creído, mucho más de lo que nos enseñaron a pensar que podíamos ser…Pero todo ello es real si nos hacemos responsables de nuestra vida, y si comenzamos a darnos cuenta que todo comienza en nosotros mismos, y que es hora de pasar como humanidad del arquetipo de victima al arquetipo del héroe. Entendiendo que somos los protagonistas de nuestra vida, y que podemos recuperar el timón de nuestra existencia, siendo capitanes de nuestro destino.
Alta calidad frecuencial es emitida por un “corazón en coherencia”: vivir desde lo que sentimos realmente y a partir de allí pensar, decir y actuar. De esta forma generamos emociones de amor, confianza, gozo, paz y plenitud.
Cuando por las distintas circunstancias y retos de la vida nos alejamos de este diseño primordial, perdiendo el sentido de la calma y la orientación; Bioingeniería cuántica nos propone que aprendamos a trabajar con Protocolos específicos, para recuperar el nivel óptimo de energía y la frecuencia necesaria para nuestro equilibrio y el despliegue de nuestras potencialidades.
Se trata de recalibrar y reajustar los estados de conciencia disfuncionales y caóticos que generan vibraciones densas, haciéndonos entrar en círculos viciosos de dolor y miedo. Para vivir en alta calidad frecuencial necesitamos prácticas y entrenamientos a través del desarrollo de las tres Maestrías que sostienen la coherencia, que son: la atención, la intención y la compasión.
Entendiendo que la presencia plena abre canales de información, que la intención sostiene y que la compasión permite contener.
Recuperamos de esta manera el eje del alineamiento y la conexión con el Todo, la fuerza de la cohesión y el estado de unidad que nos pertenece a todos por derecho natural.
Fuente: Gabriela Reig Campos
Profesora Internacional de IBC
Sintonizamos con quién somos realmente, cuando escuchamos en el lenguaje del corazón la esencia misma de nuestra Alma, susurrándonos a través de las señales kinestésicas que se manifiestan en el pulso y que podemos aprender a decodificar, para comprender los mensajes del corazón.
Cuando esto sucede logramos salir de las jaulas de la percepción dual del sistema, para entrar de manera fluida en la intensa vivencia del presente que ejerce el poder de reestructurar las distintas dimensiones de nuestro Ser, de manera ordenada, armoniosa y sintonizada con la coherencia interior.
Tanto nosotros como el mundo que nos rodea, somos parte de subsistemas, sistemas y macro sistemas, de tal manera que formamos un todo interconectado, interdependiente y unificado.
Todos viviendo en este universo de energía e información, en el que todo vibra y se manifiesta en este ciclo eterno de los ritmos, pautados en movimientos y diversas frecuencias de vibración. Todo lo que somos y generamos en nuestra vida, depende de esa calidad de frecuencia. Aquello que emitimos, recibimos… en el constante juego de la vida, en el dar y recibir de la existencia.
El solo hecho de darnos cuenta de esta situación, nos cambia significativamente y para siempre nuestra forma de experimentar la vida.
Vivir en alta calidad frecuencial es un tema que se aprende…como todo en este mundo.
Sucede que muchas veces hemos olvidado la forma natural de ser y de manifestarnos, por lo cual se hace necesario un re-aprendizaje de todo aquello que hemos dejado atrás.
Nos merecemos volver a nuestra auténtica naturaleza, la que nos conecta con nuestra matriz original, el campo unificado de información del que todo proviene y al que todo vuelve. No nos debe sorprender que el corazón sea la clave. Justamente porque es él, el que tiene el propósito de re-cordar…Etimológicamente “re cordis” es pasar por el corazón. Recordar quienes somos y a que hemos venido…
Somos seres espirituales, con una experiencia humana, cuyo propósito mayor es darnos cuenta, que somos mucho más de lo que nos habíamos creído, mucho más de lo que nos enseñaron a pensar que podíamos ser…Pero todo ello es real si nos hacemos responsables de nuestra vida, y si comenzamos a darnos cuenta que todo comienza en nosotros mismos, y que es hora de pasar como humanidad del arquetipo de victima al arquetipo del héroe. Entendiendo que somos los protagonistas de nuestra vida, y que podemos recuperar el timón de nuestra existencia, siendo capitanes de nuestro destino.
Alta calidad frecuencial es emitida por un “corazón en coherencia”: vivir desde lo que sentimos realmente y a partir de allí pensar, decir y actuar. De esta forma generamos emociones de amor, confianza, gozo, paz y plenitud.
Cuando por las distintas circunstancias y retos de la vida nos alejamos de este diseño primordial, perdiendo el sentido de la calma y la orientación; Bioingeniería cuántica nos propone que aprendamos a trabajar con Protocolos específicos, para recuperar el nivel óptimo de energía y la frecuencia necesaria para nuestro equilibrio y el despliegue de nuestras potencialidades.
Se trata de recalibrar y reajustar los estados de conciencia disfuncionales y caóticos que generan vibraciones densas, haciéndonos entrar en círculos viciosos de dolor y miedo. Para vivir en alta calidad frecuencial necesitamos prácticas y entrenamientos a través del desarrollo de las tres Maestrías que sostienen la coherencia, que son: la atención, la intención y la compasión.
Entendiendo que la presencia plena abre canales de información, que la intención sostiene y que la compasión permite contener.
Recuperamos de esta manera el eje del alineamiento y la conexión con el Todo, la fuerza de la cohesión y el estado de unidad que nos pertenece a todos por derecho natural.
Fuente: Gabriela Reig Campos
Profesora Internacional de IBC
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